EL PERFUME DURANTE LA EDAD MEDIA

A pesar de que esta época estuvo teñida por el oscurantismo y la austeridad, la perfumería pudo dar un salto descomunal en la historia. Es en el transcurso del medioevo que se reconoció la profesión de perfumista y también se crea el primer perfume con base de alcohol en su fórmula.

En la Europa medieval, la iglesia proclamó mensajes de austeridad, obediencia y recato. Es así que desde la caída del Imperio Romano y hasta el siglo XIII el mundo de los aromas detuvo la marcha de su crecimiento. Para la Iglesia, el perfume transmitía sensualidad y frivolidad y su uso fue apartado de la vida cotidiana. Sin embargo, las numerosas fragancias que habían quedado olvidadas durante esos siglos, se redescubren con la apertura de las rutas comerciales romanas para las cruzadas o durante el acceso a nuevas civilizaciones con ocasión de los grandes viajes de Marco Polo. El renovado intercambio cultural entre Oriente y Occidente, sin dudas favoreció la difusión de los hábitos referidos al cuidado del cuerpo y el baño cobró una nueva dimensión, junto con los perfumes.La práctica del baño era generalizada y éste solía tomarse en agua aromatizada y especias. Los llamados “baños árabes” eran usados por los cristianos a lo largo de la Europa medieval. En muchas comarcas fueron perseguidos y condenados por tratarse de establecimientos “promiscuos” donde se promovían reuniones y favores eróticos.

Pero hay dos hechos relevantes en lo referente a los perfumes durante el medioevo, que cambiaron el rumbo de su historia. Hay que destacar en primer lugar, el estatuto del Rey Felipe II Augusto de Francia que en 1190 reconoció a los perfumistas como una actividad calificada y los elevó a la categoría de expertos. Los perfumistas pudieron así comenzar a trabajar por su cuenta, se los reconocía y se les otorgaba una concesión con lugares para la venta de perfumes. Comenzó a difundirse la utilidad social de las sustancias y comenzaron a funcionar escuelas en las que se formaron a los primeros aprendices y oficiales de esta nueva profesión. Cuatro años de estudios eran necesarios para ser considerados “maestros perfumistas”, capacitados para supervisar los trabajos de prensado de pétalos, maceración de flores y mezclado de ingredientes entre otras actividades. Así nacieron los expertos encargados de conseguir la fórmula del perfume deseado. Para entonces, Francia se convirtió en el “reino del perfume”.

Y 180 años después, cuando transcurría el 1370, la reina Isabel de Hungría manda a elaborar el primer perfume hecho a base de alcohol. Se conoció como L’eauhongroise o agua de Hungría, lo que supuso un hito, en la historia de los perfumes.El agua de la reina de Hungría es un extracto aromático obtenido de la destilación de la flor de romero con aguardiente.Tuvo cierta fama por una supuesta capacidad rejuvenecedora. El romero fue una planta muy utilizada desde la antigüedad, debido a su aroma agradable y su capacidad de refrescar en los meses de verano.​ Los efectos tónicos sobre la piel eran muy populares. El nombre de este perfume se debe al uso frecuente que hacía la reina consorte de Hungría Isabel Lokietek, quien según la creencia popular consiguió un aspecto joven a pesar de sus setenta años de edad. La esencia fue usada con abundancia posteriormente en la corte francesa de Luis XIV​ y empleada igualmente en la corte española hasta mediados del siglo XVIII.​

Conocer un poco más acerca de la historia, refuerza la idea que el perfume ha nacido como una necesidad del hombre por sentirse bien, agradándose y agradando. Que atravesó por todos los períodos, culturas y civilizaciones dejando una huella irreemplazable y que, esto es el fundamento por el cual hoy podemos afirmar que, el perfume será para siempre mientras el hombre exista.